La noche anterior a la corrida, los toros son conducidos por los pastores, desde el corral de la Rochapea hasta los de Santo Domingo, de donde partirá el encierro. Es el llamado encierrillo, que aunque no aparece en el programa oficial, cada vez tiene más público. Los aficionados contemplan desde la barrera y en el silencio de la noche la carrera de los seis astados que serán lidiados por la tarde.
Historia
Hasta el siglo XIX las reses que llegaban a la ciudad para las fiestas, permanecían unos días pastando en el Soto de Esquíroz, un lugar relativamente alejado del centro. Al amanecer eran guiados hasta el prado de San Roque (Cuesta de la Reina) por lo que hoy son las calles de Fuente del Hierro y Vuelta del Castillo. La necesidad de acortar este recorrido obligó a que el encierro se realizara en dos tramos: el primero sería el encierrillo, para conducir el ganado hasta las inmediaciones de la actual Cuesta de la Reina, y un segundo tramo, que correspondería con el recorrido del encierro. El crecimiento demográfico de Pamplona en el último tercio del siglo XIX, unido al suceso que en 1898 protagonizaron las reses al huir en mitad del traslado, aconsejaron introducir medidas de seguridad. A partir del año siguiente se celebró el encierrillo tal y como lo conocemos en la actualidad.
Poco antes de las once de la noche, el jefe de la Policía Municipal, apoyado por un grupo de agentes, ordena despejar el recorrido, mientras el mayoral distribuye a los pastores. Un toque de clarín sirve de señal para avisar que en el corral de Santo Domingo está todo preparado. En el puente de la Rochapea, un guardia responde con otro toque de clarín para informar que en la subida por la que se accede a los corrales está todo despejado. Es el momento en que la torada sale corriendo empujada por los pastores hasta el corralillo de Santo Domingo. En total 440 metros de distancia. El acto termina cuando un agente confirma que las reses han entrado en los chiqueros.
Consejos
Para contemplar este espectáculo es necesario un pase personal del Ayuntamiento que se puede obtener días antes en la Oficina de Información de la planta baja de la Casa Consistorial y durante los Sanfermines, en la oficina "Informe-bus", ubicada en la plaza del Castillo. Sin embargo, no está permitida la entrada a los corrales, ni acceder al recorrido, a excepción del personal técnico debidamente autorizado y visiblemente identificado, que son los encargados del manejo de vallados, puertas y reses, en definitiva del buen desarrollo de encierrillo. Los espectadores solamente podrán acceder a zonas públicas, donde observaran con el consabido silencio, el traslado de la torada. Además, no se permite utilizar flash fotográfico para no distraer a la manada.